Capitulo 16

Habían pasado ya dos semanas desde que mi bebe nació y me convertí en vampiro. Y todo lo que tengo que decir es que parece que llevo años en esta vida, me he adaptado tan bien que a todo el mundo le choca. Era como todos lo demás a excepción de que tenia que llevar lentillas marrones para no llamar la atención, mis ojos eran color borgoña y que cazaba un par de veces por semana.
Llevamos una vida de lo mas normal, Edward quería empezar a trabajar en el hospital donde trabaja Carlise, para probar decía, ya que no quiere arriesgarse tampoco. El dinero no es un problema para los Cullen.
Por otro lado estaban los niños Tony seguía llego a la escuela tenia muchos amigos y eso le hacia feliz, como a cualquier niño, le encantaba estar con su hermana, el era su protector, eso decía. Renesmee crecía muy rápido y lo que no sabia Tony es que dentro de poco seria ella quien cuidara de el. Ese tema me tenia preocupada, habíamos tenido algunas reuniones con Carlise y todo lo que esperábamos es que llegara un momento en el que parara de crecer, gracia a sus genes de mitad vampiro.
- Mami!!! Grito mi pequeñín cuando salía de clases.
- Hola mi amor, le decía mientras lo alzaba y le daba un sonoro beso en la mejilla. El se giro y me hizo una pedorreta en mi mejilla.
- Vamos a casa, tienes hambre?
- Siiii!!!!
- Pues en marcha.
Cuando llegamos a casa Esme tenia a Renesmee en brazos, al parecer mi pequeña se había despertado.
Dormía era una de las cosas que había heredado de mi yo humana, al igual que el latido de corazón, la alimentación a medias, bebía preparados de bebes, pero también sangre, asique alternábamos los biberones, también tenia su piel dura al igual que la de un vampiro, y su preciado don que era la forma que tenia de comunicarse con nosotros, hasta que pudiera hablar. Por otro lado no tiene ponzoña, alguna vez había mordido a Tony pero no paso, nada gracias a Dios.
Di a Tony de comer y le eche una siesta, y me senté en el salón a esperar a Edward, había salido a media noche a cazar y regresaría en poco rato, no le gustaba estar demasiado tiempo alejado de los nosotros, nunca dejábamos solos a los niños, casi siempre había uno de nosotros cuando salíamos y la caza duraba varios días, no era que no nos fiáramos de la familia porque no era así, solo no nos gustaba alejarnos demasiado de ellos. Aunque solo de vez en cuando, Alice se ponía pesadita con “nuestras noches de estar solos”, cedíamos y ellos se quedaban con los niños.
Mi don era algo que también había sorprendido a todos. Al principio era difícil, todo el mundo pensando, me volvía loca, pero he sido capaz de controlarlo en tiempo recod. Al Edward le fastidiaba un poco el echo de que yo si le podía leer la mente y el a mi no, todos esperaban que al convertirme seria diferente y podría llegar a leer mi pensamiento, pero al parecer si que mi mente estaba en otra onda.
Hacia un tiempo que algo me rondaba la cabeza, Charlie, hacia años que no lo veía y la verdad es que lo extrañaba, pero lo que mas me dolía era que no conociera a sus nietos, cosa que sabia que le iba hacer mucha ilusión.
El hecho que Edward y yo estuviéramos juntos era otra cosa, pero estaba segura que todo saldría bien. La puerta de la casa se abrió y ahí estaba él con todo su pelo alborotado, me levante hacia el, para ponerme de puntillas y así poder besarlo. Hasta que alguien nos interrumpió con un leve carraspeo.
- Bueno hermanita, deberían de dejar sus muestras de cariño para tenerlas en privado no crees? Dijo Emmet. Me gire para encararlo.
- Bueno hermanito, dije en su mismo tono. Yo tendré mis muestras de cariño en privado cuando las tengas tu y como eso es casi imposible, las tendré donde yo quiera. Te parece?
- Me parece, dijo dándose la vuelta para marcarse. “esta tiquismiquis hoy”
- Te escuche, que lo sepas.
- Los niños? Pregunto Rose.
- Dormidos. Salió como una flecha hacia el piso
- Parece que nos dejaron solos dijo, dándome besos por toda mi cara.
- Si, mejor porque quería hablar contigo.
- Muy bien, me cogió de la mano y me llevo al sillón para sentarnos.
- Bien…. Dije un poco nerviosa, no sabia como iba a reaccionar.
- Estado pensando que me gustaría ir a visitar a Charlie, hace años que no lo veo y me gustaría que conociera a los niños.
- Ya…. aunque no te lo creas yo también lo he tenido en meno algunas veces. Sabes que yo te apoyare en lo que quieras y me parece bien que quieras verlo. Asique si quieres que vallamos a forks, vamos a forks.
- Gracias, le dije dándole un beso en los labios. No se que haría sin ti. Me acomode en su pecho y me quede acurrucadita. De pronto un lloriqueo se escucho, nos levantamos y fuimos corriendo a la habitación de la niña, Esme la había decorado, tanto esta como la habitación de Tony y la verdad le quedaron fantásticas. Cuando llegue Rose la tenia en brazos.
- Tiene hambre, además de ganas de ver a su mama. Dijo mientras me la tendía.
- Que pasa mi amor, tienes hambre? Me puso su manita pequeña en la cara y me mostro que era lo que quería en esta ocasión.
Era ella gracias a su don quien nos decía si tenia hambre o sed, pero esta vez gano el hambre. Edward salió pitando hacia la cocina para prepáraselo. La acune y le di besos por toda su carita preciosa, me sonreía, aunque en realidad tenia dos semanas, parecía que tenia unos tres o cuatro meses. Edward apareció por la puerta con el biberón y me lo cedió pero fue entonces cuando mi pequeña me indico que quería que su papa le diera de comer. Y así fue, se la entregue y se sentó en la hamaca que Esme había colocado en la habitación para darle su toma. Era una de las escenas mas preciosas que veía al cabo del día me gire al oir unos pasitos, alce a Tony hasta que su hermana termino de comer y bajamos a la sala.
Estábamos bajando los últimos escalones cuando Alice, entro por la puerta.
- Me parece genial, el viaje a forks, dijo mientras se apartaba y entraba Jasper con un monto de bolsas.
- No s preocupéis, yo me he encargado de todo lo que necesitareis. Le compre ropa a Renesmee mas grande por si la necesitarais.
- Ya, y te a costado mucho trabajo por lo que veo no? Pregunte en broma.
- No que va unas cuatro horas pero lo hemos pasado bien verdad Jazz.
- Si amor, contigo siempre lo paso bien, sobre todo de compra. Dijo con ironía, no me pude retener y solté tremenda carcajada a la que me siguió Edward.
La tarde paso tranquila, entre preparativo y preparativo. Por la noche cuando acosté a Tony le conté nuestros planes, a lo que contesto con gran alegría ya que le hacia mucha ilusión conocer a su abuelito, de Renesmee se encargo Edward, también se lo tomo bien y comprendió que no podía morderlo ni tampoco mostrarle cosas con su don.
Al resto de la familia le pareció perfecto el viaje, ya solo quedaban algunos detalles y partiríamos en un par de días.