viernes, 10 de septiembre de 2010

Capitulo 6.

Tomé impulso y puse mis piernas alrededor de su cintura…. Y por dios que era eso!!!!! Separe mis labios de los míos, al notar lo tan excitado que se encontraba, sonreí, al notar lo que había provocado en él y lo que él provocaba en mi.
Puse mis labios de nuevo sobre los suyos, profundicé el beso y una de mis manos paso de su cuello a acariciar su pecho desnudo.
Sus manos pasaron de estar a la altura de mis muslos directamente a estar en mi culo, hasta que una de ellas también se trasladó y comenzó a acariciarme, desde el muslo, pasando por la cintura, por encima de mi vientre hasta uno de mis pechos, fue en ese momento cuando ya no le resistí mas y solté un gemido en su boca.
Mis manos volvieron las dos otra vez a su pelo lo agarre fuerte, tan fuerte que pensé que podría arrancárselo.
No sé en qué momento, pero fue cuando el viento rozo mi piel cuando note que estábamos saliendo del agua y nos encontrábamos entre unas rocas al lado de la orilla.
Me tumbo sobre la arena y fue entonces cuando solté mis piernas de alrededor de su cintura. Sus labios pasaron de posarse en los míos a posarse en mi cuello.
Fue bajando dejando un reguero de besos desde la cumbre de mis pechos hasta por debajo de mi oreja. Un estremecimiento corrió mi cuerpo, todo mi cuerpo, desde la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies.
Separo su boca de mi cuerpo para preguntar
- Estas segura?
- Ohh si muy segura. No pares por favor.
- Sus palabras son órdenes para mí.
- Eso está bien, así que bésame.

No tuve que repetirlo dos veces, cuando sus labios se encontraban de nuevo en la tarea de recorrer mi cuerpo.
Pero ahora también eran sus manos las que se movían, se posaron en mi espalda, me levantó un poco lo justo para poder desabrochar mi sujetador.
Liberó mis pechos, todavía no me había rozado el viento cuando su lengua ya se encontraba torturando a uno de ellos, y el otro estaba cubierto por una de sus manos.
Yo no podía parar de gemir, entre gemido y gemido pronunciaba su nombre, como pude con la poca conciencia que me quedaba, baje una de mis manos para poder librarlo del pantalón que llevaba, hizo un movimiento un poco brusco para poder liberarse de sus pantalones.
Él con sus manos y yo con las mías seguíamos acariciándonos, su boca bajó hasta mi estomago, besó mi ombligo y los huesos de mis caderas, poco a poco fue bajando la única prenda que me quedaba en el cuerpo, cuando terminó, ésta se unió en el suelo junto con mi sujetador.
Cambio el sentido de sus besos y ahora subían, mientras tanto yo me encargaba de deshacerme de sus bóxer, fue entonces cuando vi lo bien dotado que estaba, no pude resistirme y con una mano lo acaricié, tuve que hacerlo bien porque se su cuerpo salió un gran gruñido.
Su mano se deslizo por mi cintura hasta que llego a mi intimidad, comenzó a acariciarme y pequeños gemidos salían de mi boca.
- No puedo más, por favor.
No dije mas se posiciono mejor sobre mí, coloco su miembro justo en mi entrada y poco a poco se fue introduciendo en mí. Al principio fue doloroso no lo voy a negar pero eso paso a los pocos segundos.
Estuvo unos momentos quieto, dentro de mí, para poco después comenzar a moverse, fue lento, suave, realmente maravilloso, pero necesitaba más así que se lo pedí.
- Mas…… por favor, le dije en un jadeo.
Comenzó a moverse más deprisa y mis paredes comenzaban a estrecharse más y más.
- Ness…. Dijo en mi oído.
- Ohh Jake….
Siguió moviéndose hasta que ya no lo soporte más y llegue al clímax.
- JAKE!!!!!!!! Grite en ese momento.
- Ohhh Ness…….. dios……….. Nessi, dio un par de embestidas más y note como terminaba en mí.

Se separo de mí para rodar y acabar sobre un costado a mi lado. Yo me moví junto a él, le di un beso en el pecho para después colocar mi cabeza en el hueco de su cuello.
- Eso fue…. esta diciendo cuando lo corte.
- Maravilloso. Termine yo.
- Eso es quedarse corto.
Estuvimos un rato tumbado el uno junto al otro, hasta que nos dimos cuenta, que habría pasado mucho tiempo desde que nos separamos del grupo,
- Será mejor que vallamos a recoger la ropa.
- Si será lo mejor.
Nos levantamos y nos colocamos la ropa que teníamos a nuestro lado, para después ir a recoger la otra que se encontraba a unos metros de allí.
Cuando llegamos hasta esta, nos la colocamos y fuimos con el reto del grupo.
Al llegar, nos dimos cuenta que ya no quedaba mucha gente, pero entre los que si estaban, se encontraban mi hermano y Sara y cuál fue mi sorpresa al ver que los dos tortolos se encontraban besándose junto a la hoguera.
- Que monos. Dije
- Si, monísimos, pero tenemos que irnos, si no tu padre me va a matar.
- No lo hará te lo aseguro.
- Eso espero.
Me acerque a mi hermano y carraspee.
- Siento molestar, pero nos tenemos que ir. O vamos a estar sin salir el resto del año.
Los dos giraron sonrojados, cómo no!! Eran humanos!!!
- Si será lo mejor, porque nos estarán esperando despiertos. Dijo mi hermano ahora con una sonrisa en la boca.
- Eso tenlo por seguro.
- Y tú? Donde habéis estado? Y porque tienes el pelo mojado y con arena?
- Me he dado un baño en la playa, bueno nos hemos dado, mejor.
- Ahh, si valla ahora se le llama baño.
- Tony!!!!
- Qué? Es verdad!!!
- Será mejor que nos vallamos, dijo Sara.
- Si será lo mejor, porque mañana tenemos un día movidito. Dije mirando a Sara.
- Y eso. Porque?
- Cosas de chicas. Vega vámonos. Jake? Le llame.
- Vamos cariño, me contesto.

Nos montamos en el coche y camino a casa, lo hicimos prácticamente en silencio.
Al llegar yo me despedí de Jake con un laaargo beso, no sin antes prometer que nos veríamos a la tarde siguiente.
Me quede de pie mirando como su coche se alejaba, mi mente divagaba en todos los momentos ocurridos en esa noche, estaba tan emocionada que veía difícil el poder conciliar el sueño.
- Será mejor que dejes de pensar en lo que estas pensando. Dijo mi hermano en mi espalda.
- Porque? Pregunte un poco confundida. Hasta que escuche algo que me dejo aterrorizada.
- MALDITO CHUCHO, LO VOY A MATAR!!!!!!! Grito mi padre dentro de la casa.

En ese momento mi mente se congelo, además de mi cuerpo.
Tome aire en mis pulmones y entre a casa. El grito de mi padre había conseguido que toda la familia se reuniera en el comedor, como si tuviéramos una de nuestras reuniones familiares.
- Siéntate Reneesme. Dijo mi padre con voz seca.
- Creo que esto no es necesario, estás haciendo una montaña de un grano de arena.
- Bueno eso es lo que tú crees, pero no lo que creo yo.
- Papa por favor..
- PAPA nada, como se te ocurre. Dijo dando un puñetazo contra la mesa, a la que por cierto se le hizo una grieta.
- Edward…. Dijo mi madre poniendo una manos sobre su hombro.
- Nada Bella, la hemos dejado que salga con ese chucho, pero esto es demasiado…
- Que es demasiado? Pregunte yo.
- Y te atreves a preguntarlo?
- Si porque realmente, todavía no se por qué tanto drama.
- TE ACOSTASTE CON ÉL!!!!!!!
- Y que tu lo haces con mamá o que me vas a decir que no, porque la verdad que lo dudo.
- Pero es mi mujer.
- Y él es mi novio, si creías que iba llegar virgen al matrimonio…. las cosas ya no son así, papa, no se le puede poner un momento concreto sino que sucede, y ya.
- Si lo son en mi casa.
- Sí, pero esta no es solo tu casa si no también la de todos ellos.
- Pero tú eres mi hija y te tienes que regir por mis normas.
- Eso no es así, si pensabas que al tener una hija, tendrías un perrito al que ponerle un collar y adiestrarlo como quisiera. Estas equivocado.
- Quiero a mi hija, una que sigas una serie de normas, porque si no….
- Porque si no que, me va a encerrar en una torre a lo alto de un castillo, o me vas a echar porque no puedas vivir con una desvergonzada como yo. Que vas hacer?
- Es lo que quieres no? alguien como tú, que te de vía libre para poder con ese maldito chucho.
- Alguien como yo? Y como soy, si se puede saber? Según tú claro. Por lo menos soy más respetuosa que tu, y no le falto el respeto a nadie. Tanto te las das de tu educación, tu caballerosidad y lo único que sabes es faltar el respeto.
- Eres una….
- Edward. Dijo mi madre.
- Si madre, Edward…. Gracias por su apoyo, ahora si me perdonan.
- Adonde te crees que vas?
- A usted no le importa, señor. Se podía ir a la mierda, como se le ocurría hablarme así delante de toda la familia.

Subí a mi habitación, cogí uno de mis bolsos y metí alguna de mis cosas, cuando ya lo tenía todo listo, baje por las escaleras y allí me encontré con mi madre.
- Reneesme por favor…
- Que? No has abierto la boca ni para bueno ni para malo. No me has defendido, ni siquiera has dado tu punto de vista.
- Yo te entiendo cariño, pero entiende a tu padre, realmente no estaba pensando lo que estaba diciendo, seguro que mañana podéis hablar las cosas de otra manera.
- Ya pero mañana quizás yo no quiera hablar, no crees?
- No seas tan dura con él.
- Que no sea dura, ha sido él, el que si no lo hubieras cortada, hubiera dicho una burrada, la cual posiblemente, me hubiera costado mucho perdonarla. Y ahora si me disculpas. Dije apartándome y dirigiéndome hacia la puerta. Me encontré con Sara al lado de ésta.
- Lo siento de verdad, te puedes quedar mañana mi hermano te llevara a tu casa.
- No te preocupes.

Con las mismas Salí de mi casa y me dirigí al coche.
- Ness ¡!!! Escuche que me llamaban. Cuando me di cuenta que era mi hermano el que me llamaba.
- Ness, no te vayas, papa no quería decir eso, deja que pase esta noche y mañana lo habláis tranquilamente, que tampoco es para tanto.
- Pues claro que no es para tanto, pero me ha tratado fatal y hasta que no me pida perdón no pienso volver. Incluso entonces, no sé lo que hare.
- Bien, cuídate, si necesitas algo, llámame.
- Está bien. Te quiero.
- Yo también, enana.
Me monte en el coche, eche el pequeño bolso en los asientos traseros. Arranqué e coche y puse rumbo a la Push. Cuando llegué aparque al lado de la puerta del garaje de la casa de Jake y me baje.
Llegué hasta el porche y toque la puerta. El padre de Jake fue el que abrió.
- Hola Reneesme, que te trae por aquí?
- Venía a ver a Jake, está en casa?
- No está cariño, esta de ronda, no llegara hasta el amanecer.
- Ya bueno, pues…. Gracias de todos modos, ya nos veremos.
Ahora que iba hacer, si Jake no estaba no sabía dónde iba a pasar la noche. Estaba claro que a casa no iba a ir. Lo único que me quedaba era esperar a que Jake regresara.
Me monté en el coche, retumbe el sillón para atrás y me quede pensando… en la nada.
No sé en qué momento me quede dormida, solo supe cuando me desperté por unos golpes en la ventanilla del coche. Al abrir los ojos, vi que era el padre de Jake, di al contacto y baje la ventanilla.
- Puedes esperarlo dentro si quieres.
- No hace falta de verdad.
- Insisto.
- Gracias. Dije.

Salí del coche y entre en la pequeñita casa.
- Puedes esperarlo en su habitación si quieres.
- Gracias, de verdad.
- No hay nada que agradecer.
Con las mismas, me dirigí al cuarto de Jake. Deje el bolso sobre una silla que había justo al lado de la puerta y me tumbe en la cama. Respire hondo, entro en mi todo su aroma. Fue entonces cuando las emociones me sobrepasaron y ya no lo soporte más. Pequeñas gotas saladas caían de mis ojos, me acurruque junto a la almohada y deje salir todo lo que tenia dentro de mí.



POV JAKE.
Después de dejar a Ness en su casa, llegue a la Push solo para dejar el coche y cambiarme de ropa, para ponerme simplemente unos pantalones viejos para salir hacer mi ronda que duraría hasta el amanecer.

Llevaba ya unas tres horas rondando por el bosque, simplemente pensando en Ness y lo que había, echo. Sabía que en el momento que su padre se enterara pondría el grito en el cielo. Ella sabia guardar sus pensamientos, y yo lo intentaría, pero sobre todo a no estar mucho tiempo cerca de él.
Poco después de las dos de las tres de la mañana, me informaron de algo que me dejo asombrado.
- Eeyy tío estoy oliendo, el aroma de Ness y parece reciente.
- Claro que si ha estado aquí esta noche.
- No más reciente. Será mejor que te des una vuelta por alrededor de tu casa, por si pasa algo.
- Está bien. Voy para allá.

Me encaminé a mi casa y que era cierto que el aroma se notara mas reciente que él había dejado por la tarde al marcharse, por lo que me pareció raro.
Al llegar a mi casa me di cuenta que el olor incrementó, di la vuelta y allí estaba, era su coche.
- Está en mi casa, e las apañas tu solo Seth? O quieres que habéis a alguien.
- Por dios, pero si nunca pasa nada. Vete tranquilo. Yo me encargo.
- Vale gracias, te debo una.

Me metí entre algunos árboles para poder transformarme y colocarme el pantalón otra vez de vuelta. Entre en mi casa, y todo estaba en silencio. Fui rápidamente a mi habitación y lo que vi me dejo con la boca abierta, Ness estaba tumbada en mi cama con lagrimas secas en sus mejillas, prueba de que había estado llorando, algo había ocurrido y era grave.
La deje descansar y me encamine hacia la cocina. Me serví un vaso de agua, cuando estaba bebiendo, la voz de mi padre sonó en mi espalda.
- Llegó hace un rato.
- Que le ha pasado? Le pregunte un poco ansioso, sin saber que era lo que había ocurrido.
- No lo sé, escuche un coche y cuando tocaron a la puerta era ella, preguntó por ti y yo le dije la verdad, que estabas patrullando y que volverías al amanecer, se le entristeció la cara, es verdad, pero dijo que no importaba y se marcho. Pero solo del porche porque nunca escuche su coche arrancar de nuevo. Asique me asome y vi que se había quedado dormida dentro del coche, la desperté y le dije que te podía esperar en tu cuarto. Y ahí está, se ha dormido hace poco, ha estado llorando prácticamente todo el rato.
- Gracias papá.
- No es nada.
Se dio la vuelta y escuche como cerraba la puerta de su habitación de nuevo.
Deje el vaso que tenía en la mano en la fregadera y me fui a mi habitación, con cuidado me cambié el vaquero que llevaba por un pantalón de pijama y me acomode con mucho cuidado a su lado, sin despertarla. Por la mañana tendríamos tiempo de hablar sobre lo que le había ocurrido.
Al notarme a su lado, se aferro a mí para no soltarme en todo lo que quedaba de noche.




POV EDWARD

- No me puedo creer que hayas hecho lo que has hecho. Es tu hija por dios!!! Y la has echado de casa.
- No eres nadie para decirme que es lo que puedo o no hacer con mi hija Rosalie,
- Ella igual no pero yo si, dijo bella a mi espalda.
- Bella por favor.
- Ni bella por favor, ni nada quiero a mi hija mañana de vuelta en mi casa, y es una orden Edward Anthony Cullen.
- Pero es que no te das cuenta lo que ha hecho? Pregunte
- Y tú? Te has dado cuenta de lo que has hecho, has echado a tu propia hija de casa, simplemente porque no tiene los mismos ideales que tu. Porque el señor todavía piensa como si estuviera a principios del siglo XX, los tiempos cambian, los ideales también y creo que deberías modernizarte un poco. Hoy en día las relaciones extra matrimoniales estas a la orden del día y tú lo sabes, así que no sé qué es lo que tanto te asombra. Y te lo vuelvo a repetir, me da igual que es lo que tengas que hacer, como si te tienes que arrodillar ante ella, pero quiero a mi hija mañana aquí.

- Está bien, iré mañana y le pediré disculpas. Hare todo lo necesario para traerla de nuevo a casa. Seguro que está en casa del chucho ese.
- Eso es otra cosa, hablas de educación, aplícate el cuento y comienza a llamar a las personas por su nombre. Si no es por el respeto que le puedas llegar a tener a Jake, hazlo por tu hija que sabes que no le gusta nada que le llames chucho, por favor. Da imagen de respeto y caballerosidad delante de los demás. No creo que sea mucho pedir.
- Estas pidiendo mucho en una noche.

- No estoy pidiendo mucho, eso era algo que TÚ deberías haber hecho solito.
- Está bien, ahora porque no vamos a la cama.
- Creo que no. No volverás a pisar mi cama hasta que mi hija este de vuelta en mi casa, asique tu veras el tiempo que quieres pasar fuera de ella.
- Bella amor, no me puedes hacer esto.
- Claro que puedo, mira como lo hago. Se dio la vuelta y salió de la cocina.

- Iré de caza con Alice y Rose, cuando vuelva ya sabes lo que quiero.
- Muy bien. Dije enfurruñado, quizás sí que me había pasado un poco, en la reacción de Reneesme, pero ver esas imágenes me volvieron loco.

Mire mi reloj que marcaban las cuatro de la mañana, aún me quedaban, tres horas hasta que fuera una hora competente para ir hablar con mi hija. Solo quedaba esperar.

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