Capitulo 9

- Te amo Edward, te amo con todo mi corazón.
Me beso de nuevo en un beso lleno de amor, de sentimientos reencontrados, en este momento era la mujer mas feliz del mundo.
Ninguno de los dos nos dimos cuenta que estábamos en medio de la calle pero eso mucho tampoco importaba, poco después nos separamos y juntamos nuestras frentes. Estuvimos en esa postura hasta que el teléfono de Edward empezó a sonar. Miro quien llama y contesto al momento, la persona del otro lado hablaba y el solo contestaba con monosílabos hasta que por fin dijo,
- Esta bien vamos para allá, no te preocupes. Entonces mi miro y dijo.
- Era Alice, al parecer Tony tiene algo de fiebre y se encuentra un poco mal, Carlise se ha ocupado pero pregunta por ti, asique vamos. Dijo.
- Bien vamos. Llegamos al coche y el camino de regreso a casa fue en silencio, Edward tenia mi manos sobre la palanca y de vez en cuando me miraba.
Llegamos a casa y yo me apresure hasta la habitación de mi hijo, allí se encontraba Alice, junto su cama y Carlise poniéndole el termómetro.
- Mami.. dijo mi niño
- Que poso, bebe. Deje acercándome a la cama y abrazándole.
- Ya pasa, no te preocupes, Carlise te dara algo para que te encuentres mejor. Ya veras como mañana estaras mejor. Le di un beso en la frente, me quede a su lado hasta que Carlise termino de examinarlo.
- Bien campeón, ahora tomate este jarabe y a dormir.
- Mami, puedes poner nuestra canción? Pregunto mi bebe. Mire a Edward que estaba apoyado en el marco de la puerta.
- Puedes traer una caja azul que hay al lado del televisor que pone nana?
- Ahora regreso. En un minuto regreso y me la entrego, me levante y le dije,
- Quizás deberías taparte los oídos, porque esto puede hacerte daño. Le dije, el me miro confuso. Me acerque al equipo de música y puse el CD cuando la música empezó a sonar le mire, el estaba con los ojos muy abierto. Me acerque a mi hijo y le acune hasta que quedo dormido. Fui a mi habitación para ponerme algo mas cómoda, al salir y llegar a la sala me di cuenta que solo estaba Edward mirando unas fotos que estaba en la estantería.
- Donde están todos? Pregunte
- Han ido de caza, regresaran mañana, Carlise se fue a por unas medicinas a la farmacia por si las necesitábamos regresara en un rato.
- Bien. Dije mientras me sentaba en el sofá y Edward a mi lado.
- Bueno explícame eso de que me iban a doler los oídos, dijo divertido con una sonrisa torcida.
- La canción esta un poco destrozada, no tiene nada que ver con la original, que me regalaste para mi cumpleaños, o las veces que la escuche cuando la tocabas en el piano, explique.
- Una compañera del café tocaba el piano y me escuchaba tararearla, o al menos lo intentaba, me pregunto que de quien era y yo mas o menos pues le conte, entonces me dijo que si quería podíamos ir un dia a su casa e intentar sacar aunque solo fuera un trozo de la canción y asi poder escucharla. Y asi lo hicimos y lo que escuchaste fue el resultado. No es igualita a tu nana pero se le parece. La chica tiene talento pero yo soy pésima tarareando, nos costo cerca de un mes poder sacar ese pedazo de canción.
Yo estaba inmersa en mi relato, cuando gire mi cara vi que Edward se me lanzo, hasta que sus labios colisionaron con los mios, comenzó a besarme al principio despacio, suaves, pero conforme iba pasando el tiempo, la pasión y la lujuria iba haciéndose lado entre nosotros. Me recostó en el sofá y mis manos fueron directas a su pelo, sus manos volaban por mi cintura, mi estomago.. solte una mano de su pelo y la pase por su espalda no lo soporte mas y la meti por debajo de su camisa, al tacto duro y frio un jadeo salió de mis labios que fue callado por los besos de Edward, cuando se aparto de mi boca solo fue para poder respirar, pero el no paro, fue dando pequeños besos por toda mi cara hasta llegar a mi cuello donde estuvo jugando por un buen rato, una de sus manos paso de acariciarme por encima de la camiseta a hacerlo por debajo, yo pensé que iba a explotar en toda mi vida había experimentado tal grado de éxtasis.
Poco a poco fue bajando su boca por mi tronco subió la camiseta para poder dejar un reguero de besos por todo mi estomago, ombligo y alrededores, no se cuando fue el momento me di cuenta que estábamos en el salon y tony podría levantarse y vernos en el sofá, me tense un poco y Edward capto mi motivo porque me alzo y nos llevo hasta mi habitación, me puso sobre la cama y con sumo cuidado se deslizo encima mio. Cuando sus labios llegaron a la altura de los mios, los bese con lujuria y desenfreno, sabia hasta donde íbamos a llegar, llevaba años soñando con este momento pero nunca soñé que pudiera ser mas perfecto.
Poco a poco fuimos despojándonos de nuestra ropa que no era mas que un estorbo entre nosotros, besaba y succionaba mi cuello, yo sabia que aquello iba a dejar marca, pero no me importaba estar marcada por el, beso y acaricio mis senos y yo me volvia realmente loca. Yo besaba su hombro, y no tenia manos suficientes para poder acariciar su pecho, espalda y todo su cuerpo.
- Te amo dijo en mi oído con un susurro. Bese sus labios, pero realmente ya no podía esperar mas, estaba en el limite.
- Hazlo ya…. Por favor, hazlo ya. Dije entre jadeos. Me miro a los ojos y posiciono su punta en mi centro.
- Si te hago daño me lo diras verdad? Por favor.
- Si, te lo dire, pero yo estoy segura de que no me lo haras confio en ti Edward. Fue en ese momento cuando entro dentro de mi y gemi de placer, un placer que no había sentido nunca y que sabia que solo con Edward iba a poder sentirlo.
Fue embistiendo poco a poco al principio, pero el ritmo aumento cuando yo moví mis caderas debajo de el, dándole permiso para poder aumentar el ritmo.
Fue maravilloso y todo mejoro en el momento en el que los dos llegamos juntos al clímax, estuvimos juntos sin separarnos el tiempo necesario para poder controlar nuestras respiraciones, poco después, el se recostó a mi lado y me llevo con el hasta que apoye mi cabeza sobre su pecho. No dijimos nada mas porque no eran necesario, porque los dos sabíamos lo que sentíamos y no necesitábamos las palabras. Acariciaba mi espalda desnuda y con esa sensación me quede dormida.